En este libro, escrito por María Montessori, habla sobre como ella piensa que La educación es el medio para la reconstrucción del mundo "(...) la construcción de una sociedad pacífica y en armonía, y la eliminación de las guerras"(Montessori, 1999). Por lo que plantea la idea de una renovadora y reconstructiva; en la que la Filosofía y la Religión tienen una participación fundamental.
Además menciona que el verdadero objeto de la educación debe ser desarrollar las potencialidades humanas.
Por otro lado, Montessori plantea la idea de que "los primeros dos años de vida son lo más importantes para el desarrollo del hombre"(Montessori, 1999).
Así mismo , menciona que "el niño tiene una mente capaz de absorber conocimientos y el poder de instruirse a sí mismo; basta una observación superficial para demostrarlo" (Montessori, 1999).
En la misma linea, se menciona que dichos años vitales del hombre, son en los que aprende el único lenguaje que adquirirán con "perfección y sin titubeos", pues nadie le impartirá enseñanza alguna al niño.
Ya a los tres años, se habrán establecido los cimientos de la personalidad humana, necesitando así de la educación escolar. Por ende, Montessori menciona que ella tenía una "escuela" al que llamaba "Casa de los niños"; la cual se caracterizaba por ser un ambiente especial y preparado para el niño.
Ya en una segunda parte del libro, se comenta que en cuanto al uso de la mano menciona que esto se relaciona con el desarrollo del carácter, la capacidad de obedecer y la iniciativa. Menciona también que el desarrollo del movimiento se halla bastante ligado con la vista.
Dice que el permitirle al niño realizar las propias acciones, lo conducen al camino de la independencia.
En cuanto al desarrollo y a la imitación dice que el niño debe comprender antes de imitar, no basta con dar un buen ejemplo; lo importante es que el niño se encuentre preparado para imitar, debe crear en sí mismo la posibilidad de imitar, transformar la cosa deseada. Dice que el camino de la educación debe seguir el camino de la evolución, caminar y mirar siempre más lejos para que el niño se enriquezca cada vez más.
Ella habla muy específicamente de las etapas evolutivas del niño y de lo que va sucediendo en cada una, lo que el niño va aprendiendo en cada una. Menciona que el niño va perfeccionando sus primeras adquisiciones, como el lenguaje. Debemos proporcionarle el ambiente para que pueda imitar.
Después menciona el desarrollo de la escritura que viene relacionado con la adquisición del lenguaje previo.
El niño tiene el poder de imaginar muchas cosas y es nuestra responsabilidad encaminarlo a lo bueno.En cuanto al carácter debemos ser capaces de orientar las interpretaciones sobre el carácter a través del desarrollo en las sucesivas edades hasta la madurez del hombre.En cuánto a su método menciona que el desarrollo no puede enseñarse. En la normalización es la concentración en un trabajo y es importante que en el ambiente existan motivos para llamar la atención.
Deben liberarse las acciones del niño, permitiéndole la libre elección de sus ocupaciones en un ambiente de intereses progresivos.
El niño debe perfeccionarse, naturalmente hay una atracción hacia Dios pero también debe perfeccionarse humanamente, para lograr el progreso de la humanidad.El ambiente de su escuela es cerrado, esto favorece la concentración. Dentro de éste ambiente hay cosas que todos los niños prefieren (por experiencia) y deben ser consideradas esenciales.
Es importante tomar en cuenta que el mayor perfeccionamiento de los niños se produce a través de las experiencias sociales, entre ellos se establece una conexión natural.La organización debe ser muy cuidada a fin de que los niños sean libres de trabajar.
Otro punto importante es que menciona que debemos admitir que podemos equivocar, muchos errores se corrigen espontáneamente durante la vida, así debemos controlar el error y saber si tenemos razón o no.Dice que el niño lleva en sí la obra de un creador mucho más grande que cualquier adulto que interviene en su vida, a pesar de ello debe someterse a éstos.
En cuanto a la obediencia el niño pasa por tres grados en donde primero obedece ocasionalmente, segundo obedece siempre y tercero se vuelve ansioso e impaciente por obedecer.
Sobre la educadora montessoriana, debe despertar sabiduría e inteligencia en el niño, dejarlos expresarse libremente pero cuando la ocasión lo amerite, una vigorosa y firme represión es un verdadero acto de bondad hacia esas pequeñas almas.Ella debe auto preparase, tener una imaginación viva y tener fe en que le niño se revelará a través del trabajo.
La mente absorbente lo recibe todo, espera en todo y acepta tanto la pobreza como la riqueza.El milagro que Dios ha hecho desde el principio es el niño.
Mis concoimientos, sobre la temática de Montessori eran muy vagos, y éste blog, me ha abierto, todo un ámbito diferente sobre ello.
ResponderEliminarLa tesis plateada por Montessori, sobre la absorción mental del infante es muy factible, desde mí punto de vista creo realemente que así ocurre.
Los métodos empleados por escuelas de ésta corriente, son un tanto revolucionarios, sobre todo para nuestro país, donde la edicación es más tradicional, por denominarla de algúna manera. pero ésto no da razón para considerar erróneo el método, pues si se plantea desde los primeros años del infante, considero que éste desarrolla su individualidad, y su seguridad ante factores de vida. De manera, que considero que tales métodos son aceptables, en las primeras edades del niño, después, considero, que sí debe tener otros métodos de apredisaje, pues vivimos en un mundo de mucha competencia.